Cuento: El Bañador.

El bañador

El bañador estaba todavía mojado. Lo había puesto a tender la noche anterior y seguía húmedo. Recuerdo haberme bebido una botella entera de vino antes de irme a dormir. También recuerdo haberme mirado al espejo y haberme asqueado por mi aspecto demacrado. Recuerdo que me senté a cenar en el balcón con vistas al mar. También recuerdo que la rueda trasera derecha de mi coche se había pinchado durante el trayecto de mi casa a la costa. Recuerdo haber preparado una nevera con bebidas frías y cubitos de hielo para mantener la temperatura. También recuerdo haber apagado la televisión al no gustarme un anuncio de la teletienda sobre un sillón de masajes estupendo y en oferta. Recuerdo haberme despertado con resaca y haberme avergonzado al recordar la espantosa exhibición que había hecho la noche anterior. También recuerdo cruzar la aduana con alcohol de importación y haberme mezclado entre la multitud para pasar sin que las autoridades pertinentes requisaran mi contrabando. Recuerdo haber comprado dulces en una tienda del aeropuerto. También recuerdo equivocarme al buscar las escaleras mecánicas del centro comercial y haber ido a parar a un gimnasio vacío. Recuerdo oler a vinagre y haber girado sobre mi propio eje con el fin de encontrar el origen de ese aroma tan desagradable. También recuerdo haberme roto un diente al chocarme con un muro inexpugnable. Recuerdo salir llorando de la escuela de primaria de mi hija tras verla batear como nunca lo había hecho. También recuerdo el bocadillo de queso que le llevé para que almorzara en el recreo. Recuerdo haber ido a la pescadería a comprar la comida para ese día. También recuerdo la visita que hice a la cárcel donde me pusieron el aparato localizador de mi tobillo. Recuerdo las bacterias de la aguja con la que pinché mi brazo al volver de llevar a mi hija al colegio. También recuerdo despertar en el camping donde vivíamos por culpa del bajo valor adquisitivo de mi bolsillo. Recuerdo la noche anterior en la que pronuncié un discurso de despedida en el bar donde trabajaba. También recuerdo el momento en el que mi jefe me sopló la nuca y me tocó las tetas con descaro. Recuerdo las tijeras que le clavé en el cuello. También recuerdo hojear un periódico con la intención de encontrar el destino de vacaciones perfecto para mí y para mi hija. También recuerdo la playa en la que nos bañamos juntas. Y voy a ver si el bañador está seco para poder disfrutar del inicio de verano.





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